Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

viernes, 3 de abril de 2009

Etérea

¿Hasta que punto abarca la palabra invisible? De manera objetiva es algo tan fácil de asimilar que nadie lo tiene en cuenta, pero de forma subjetiva puede ser tan doloroso como un puñal atravesándote la espalda o tan benévolo como una pausa de este atroz ataque. A veces pienso que si me plantara delante de ti pasarías a través de mi cuerpo como si fuera un fantasma. Tal vez es todo lo que he sido hasta ahora. Una triste sombra que se oculta de la luz por temor a hacerse demasiado visible y me veas. Cruel contradicción. No se ya cual es mi mayor miedo. Probablemente prefiera seguir siendo invisible todo el tiempo que se me permita, es la única manera de seguirte sin que te des cuenta y de acariciarte mientras vives tu vida, sin saber que yo estoy ahí; oculta entre los dobleces de tu ropa y los reflejos de tu pelo. Tal vez un día, sobrecogido te des la vuelta porque has notado un gélido aliento en tu nuca, pero cuando tus ojos lleguen a la altura de los míos yo seré otra vez un espectro que flota a dos metros del suelo y no podrás verme. Y suspiraré otra vez, bajaré y esperaré a que estés dormido para recorrer con la punta de mi dedo índice los surcos de tu espalda. Ahora te estoy mirando. Te tengo delante. Puedo cerrar los ojos con fuerza y apretar los puños hasta que se me pongan los nudillos blancos pero tu silueta sigue dibujada en el negro fondo de mis párpados. ¿Cuánto tiempo voy a seguir soportando esta situación? ¿Cuándo voy a tener valor de ponerle fin? Será que tengo miedo a que me veas tal y como soy. Así que me voy a quedar un rato más, voy a permanecer quieta observando como sube y baja tu pecho con cada respiración, escuchando el golpeteo de tu corazón contra tu piel, tranquilo; comparado con el mío que grita a voces para despertarte. Pero yo no te quiero despertar. La que va a despertar soy yo. Porque he vuelto a soñar contigo, he vuelto a soñar que soy invisible. Y ha sido tan maravilloso que estoy deseando que vuelvas a atravesarme la próxima vez que nos encontremos.

Enchufados a Ene