Mataría por ser una pieza en el puzzle de tu vida y moriría por ser el pedazo que falta en tu corazón. Pero las dos emociones que hoy chocan en mi miocardio me dicen que solo ocupo un porcentaje mínimo. Yo no se de cifras ni matemáticas. Solo quiero dormirme en tu hombro en el último autobús que parta esta noche.