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miércoles, 12 de agosto de 2009

Querida Estela: Correo perdido.

¿Quién soy?

Soy el chico del metro, el eterno transeúnte de tu mirada. Soy los ojos en tu nuca y el suspiro en tu pelo. Puede que me conozcas como las huellas en tus pisadas o la sombra en tu asiento. Soy el olor en la ropa, en los apuntes. Soy el hombro apoyado en tu taquilla. Las palabras que nunca leíste, las rosas que no has recibido.El desconocido que se ha enamorado de ti.

¿Y tú?

Tú eres la luz que se ha caído de las estrellas. La brisa que ha perdido el mar. La sonrisa que ilumina los días grises o el ángel que se escapó de la inmortalidad. ¿Qué importa, si tu presencia basta para hacerme vivir? ¿Qué más necesito? Hoy eres la voz que canta en mi cabeza. El todo de mi existencia. Soberana de mi mente y reina de los pensamientos: la princesa del más bello cuento de hadas. Espléndida en mi ficción. Pero nunca fuiste una desconocida de la que me enamoré.

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