Estela esconde su cabeza en el libro de hadas más cercano esperando a un príncipe azul que le aguarde en la parada de metro, sin saber que en el asiento de atrás se sienta un chico que sin ser de la realeza la ha convertido en su princesa.
Marc no lleva espada, ni porta armaduras; él solo usa Bic y pantalones vaqueros. No tiene un fiel corcel que lo acompañe: ni siquiera una triste vespino. Marc no es el príncipe que te venden en las cajas de cereales, pero me han dicho que tiene los ojos más bonitos del reino.
“Puede que no sea capaz de enfrentarme a un dragón, empuñar un arma o escalar montañas. No me pidas que escale una torre colgado en tu cabello pero te prometo que recordaré su olor siempre. Te besaré para despertarte si es necesario y te probaré todos los zapatos que quieras.”
¿Quién necesita a un príncipe? Yo te quiero
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La chica que regala lunas sin preguntar le ha dedicado un pequeño hueco en su blog a la chica Fluorescente.
Un beso Super A. y gracias (;
