Hoy es uno de esos días en los que me gustaría no haberte conocido. Hoy es uno de esos días en los que quisiera mantenerte lejos de mí. Recuperarme de los estragos que inconscientemente me has causado. Pararme en la pieza doscientos quince del puzzle desarmado en el que convertiste mi vida para darme cuenta de que todavía quedan miles por colocar. Solo necesito un pedazo de cielo en el que refugiarme esta noche. Solo necesito un trozo de nube y secar mis lágrimas en él. Solo preciso de la estela de tu luz para aislarme del mundo; y bajaré todas las estrellas buscándola. Apagaré las velas de un soplido y el Sol como si de una colilla se tratase. Escribiré las líneas más bonitas que pudiste leer; de un suspiro voy a mandar la Luna a la otra punta del universo para que ella no pueda enterarse. Pararé las hélices de los aviones con mis dedos para poder sentir tu respiración con más claridad. Embutiré todo el aire del planeta en un tarro de mermelada para que tus dedos sean lo único que roce mi piel. En mi puño esconderé todos los televisores para que ningún sonido pueda tapar tu voz.
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Seré capaz de construir mi vida, de rozar el cielo y pasearme entre las nubes. Bajar estrellas y apagar el astro solar; secuestrar a la Luna con mi prosa y volver el mundo un lugar inhabitable solo por ti.
Pero no soy capaz de decirte lo mucho que te quiero.
