Primer post invitado en las Fluorescencias, cortesía de Andreos (:
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Decías que la verdad era lo más importante. Que, ante todo, tenías unos principios y unos valores inviolables, esenciales para ti. Me rogabas palabras claras y con un trocito de mi corazón en ellas como única prueba de que de verdad las sentía así. Pero olvidaste que, muchas veces, un mundo real no implica uno lleno de felicidad. Tan pocos llantos has ahogado a tu corta edad que aún no has podido comprobarlo del todo con los ojos abiertos y secos. Y hundiste tu rostro entre unas manos que se sentían inútiles y vacías; ellas eran las únicas que sabían que por muchas lágrimas que las inundasen, nada iba a cambiar. Porque muchas veces las circunstancias nos superan, y debemos aprender que nunca vamos a ser capaces de controlarlo todo, que no podrás conseguir todo lo que te propongas, que te caerás mil y una veces y tendrás que levantarte porque será la única forma de poder pasar página. Despierta. Deja de creer a esos necios que desde bien pequeñita te decían que llegarías donde quisieses tan sólo con tu esfuerzo, porque no es así. Y tampoco permitas que la decepción te asfixie por nada; simplemente abandona la fe en todo y comienza a vivir porque, como decía un amigo mío, tan sólo cuando perdemos la esperanza somos realmente libres para actuar.
