¿Sabes una cosa? Hace tiempo que creo que te mereces un espacio aquí, donde van a parar casi todas las cosas que pasan por mi cabeza y que tu siempre estás dispuesta a leer. Al fin y al cabo, hay espacio para ÉL, y en su historia no podemos olvidarnos de TI porque si no hubieras estado ahí las cosas serían muy diferentes. Esto no es ningún texto desbordante de plastidecor rosa ni trato de autoescarniarme por nada. Son las gracias que quiero darte mientras todavía seamos amigas. Este año ha sido muy complicado, especialmente para ti, y a pesar de eso arramblaste con toda dificultad para comerte el mundo desde tus silencios. Chica de piedra, ¿recuerdas? que cuenta sus historias de ojos hacia dentro. Tal vez alguien como tú, con el corazón tan grande, no se merezca las bipolaridades ni las manías de esta cabeza loca. Pero las aceptabas, y me escuchabas, y volvías a perdonarme; porque alguien con el corazón tan grande sobrevive a base de implosiones. Y así hemos destrozado tu miocardio, acumulando bombas de relojería que iban estallando en el interior. Pero alguien con el corazón tan grande siempre tiene recursos de emergencia y vuelve a ayudarte. Chica de piedra, ¿recuerdas? La más inteligente y a la vez tan tonta por seguir a mi lado. No te hace falta encontrar tu sitio porque él te acabará hallando, y cuando lo haga no querrá irse nunca por la suerte de haberte encontrado.
Chica de piedra... preciosa.
Pero millones de veces más valiosa.
